EL AGUA POTABLE EN SORIA
¿Realmente es peligroso el agua en
Soria?. Esta es una pregunta que corre de boca en boca por la
ciudadanía soriana en relación con la calidad del
agua que se nos suministra por la Confederación Hidrográfica
del Duero para su potabilización.
El primer punto a considerar es que la calidad
del agua de los ríos se ha deteriorado considerablemente
como consecuencia de los vertidos directos como aguas fecales
procedentes de los colectores de núcleos de población
y polígonos industriales y los indirectos procedentes de
la dispersión en tierra de residuos ganaderos, abonos y
tratamientos agrícolas, elementos altamente contaminantes
que desgraciadamente empiezan a ser frecuentes en las captaciones
de aguas subterráneas.
Como consecuencia de todo esto, nos encontramos
con serios problemas en el agua que se suministra a Soria.
Cuando un embalse es rico en nutrientes procedentes
de los vertidos mencionados y recibe suficiente luz y temperatura,
se suelen generar algas que pueden constituir un grave problema.
Las zonas inferiores del volumen de agua se eutrofizan por la
carencia de oxigeno, generándose amoniaco, fósforo
y sílice, nutrientes de estas algas, favoreciendo su proliferación.
Esta situación es especialmente grave
en verano cuando se da una doble circunstancia: aumento considerable
de luz y temperatura y una reducción importante del volumen
de agua embalsada.
Es un tema complejo para la mayoría
de las personas, por lo que lo más aconsejable es recurrir
a las publicaciones especializadas en la materia. Tomemos como
base el libro "Calidad del agua potable - problemas y soluciones",
de N. F. Gray. Nos indica éste que las algas se descomponen
generando problemas de sabor y color en el agua, favoreciendo
el crecimiento de microorganismos que se alimentan de estas, los
cuales se suelen fijar en las paredes de las tuberías.
Hay tres algas que se ha comprobado que producen
toxinas en el agua dulce. Estas son: Microcystis aeruginosa
que causa daños en el hígado, Anabaena que
ataca el sistema nervioso central y Aphanizomenon que también
puede causar graves daños.
Todas ellas y algunas otras se han localizado ampliamente representadas
tanto en diversidad como en cantidad en el embalse de Cuerda del
Pozo y en el azud de Buitrago de donde se toma el agua para su
potabilización, según el estudio elaborado por la
Universidad Complutense de Madrid.
En el crecimiento de las algas se liberan
toxinas que pueden matar a los animales e incluso a los peces.
No se puede ignorar que en las pruebas realizadas por la Universidad
con agua del Duero sobre ratones, estos murieron en 24 horas.
Estas toxinas de las algas pueden afectar a los humanos a través
del contacto con el agua contaminada, por el consumo de pescado
recogido en esta agua o por beber agua contaminada.
Estas algas también se denominan como
cianobacterias. Su crecimiento desmesurado produce fuerte olor
y sabor.
Los análisis sobre muestras de lodo
tomadas en la orilla de Cuerda del Pozo muestran una concentración
media-alta de ooquistes de Cryptosporidium (protozoos patógenos).
Según el libro citado, la potabilización del agua
no es capaz de eliminar todos los quistes de este protozoo, así
como que la presencia de algas hace el tratamiento del agua más
dificultoso.
Según Ondagua, en verano de 1998 ya se detectaron algas
en análisis efectuados ante las quejas de los sorianos
por el color, olor y sabor del agua potabilizada.
En el informe de la Complutense se indica
que en verano de 1999 se detectó una dosis alta de cianobacterias,
calificando el agua como "no adecuada para el consumo".
El Delegado Territorial de la Junta, Sr. Gañan,
responsable de Sanidad, reconoció el pasado mes de junio
que "Sanidad declaró que el agua no era potable según
un análisis que se realizó el 12 de agosto del 2000".
No se informó de esta grave circunstancia ni a los ciudadanos
ni a los medios de comunicación.
En estas circunstancias la potabilización
es cara y difícil, pero posible. Confiamos en que se estén
tomando las medidas necesarias para su salubridad.
Carlos Gonzalez