Muro de Ágreda, primer pueblo del Moncayo con agua no potable por nitratos porcinos.
Los vecinos de Muro de Ágreda ya no pueden beber agua del grifo por el riesgo que suponen para su salud porque los #nitratos en concentraciones superiores a 50mg/litro son un peligro para su salud. Un problema que el Alcalde de Ólvega pretende minimizar para ocultar sus responsabilidades. Muro de Ágreda es el primer caso al que le seguirán otros pueblos del Moncayo, cuyos olores y agua insalubres no serán atractivos para vivir en un pueblo.
Hoy día 25 de octubre a las 17:30 el Ayuntamiento de Ólvega informará a sus vecinos de Muro de Ágreda de que el agua de sus grifos supera los 50mg/litro de nitratos. Unas concentraciones perjudiciales para la salud de las personas, (no se puede usar para beber ni para cocinar). Claro está que cada persona y en función de sus características (genéticas, edad, problemas digestivos) es más o menos sensible a sus efectos y concentraciones.
Este problema en Muro de Ágreda no es fortuito. Ya la Confederación del Ebro (CHE) y los alcaldes de la cuenca del río Añamaza en el año 2008 reconocían que había un problema de contaminación de nitratos de las aguas debido al exceso de cabaña porcina y a la mala gestión de los purines. Y así lo ha vuelto a reconocer la CHE para la cuenca del río Val y Queiles en relación al mal estado del embalse de El Val.
En la actualidad en torno a Muro de Ágreda hay al menos 15 granjas porcinas, las cuales proporcionan un desagradable y continuo olor al pueblo. Una saturación de granjas y cerdos que ha sido reconocida públicamente por el Alcalde de Ólvega, el cual podría haber adoptado muchas medidas en estos años para reducir y evitar el problema. Por ejemplo medidas urbanísticas, ordenanza de purines, etc. Sin embargo no ha hecho nada, y le ha pasado la responsabilidad a la Junta de CyL.
Ahora el alcalde de Ólvega dice que la elevada contaminación por nitratos en Muro de Ágreda no es una cuestión grave, demostrando una vez más su falta de respeto a las cuestiones de salud ambiental, como ya hizo con los vertidos tóxicos de Distiller en 2012 (que se enteró por la prensa después de varias semanas), vertidos industriales al alcantarillado, contaminación por gases tóxicos, etc.
La Junta de CyL, por su parte, ha ido autorizando ampliaciones de granjas en la zona obviando los problemas existentes.
Como la contaminación de las aguas no entiende de límites administrativos, Muro de Ágreda se ve afectado por las granjas de los pueblos limítrofes. Al respecto el alcalde de Ágreda defiende a ultranza al sector porcino. Y en los pueblos vecinos de Castilruiz, Matalebreras y Añavieja, también con altas tasas de nitratos, siguen ampliando y autorizando nuevas granjas.
La situación que se ha creado en Muro debería ser un antes y un después para las autoridades y para los vecinos en relación a las granjas de cerdos. Su salud está en juego.