Nota de prensa, 27-08-16
LA NUBE TÓXICA DE LA PLANTA DE RESIDUOS DE CHILOECHES LLEGA A SORIA
Y CASTILLA Y LEÓN
Ecologistas en Acción pide a la Junta de Castilla y León que desplace
urgentemente la estación móvil de control de la contaminación atmosférica al
sur de la provincia de Soria
Al mediodía de ayer viernes, en el sur de la provincia de Soria se ha podido
apreciar la llegada de nubes de tonalidades oscuras procedentes de la provincia
de Guadalajara. La posible llegada de la nube tóxica del incendio de la planta
de residuos peligrosos de Chiloeches se ha visto ratificada por las mediciones
de la estación de calidad del aire del Ministerio de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente en la localidad de Campisábalos (Guadalajara), situada en el
límite entre las provincias de Guadalajara y Soria, en la Sierra de Pela.
Esta estación de fondo regional, que habitualmente registra niveles de
contaminación bajos, a las 4 de la tarde de ayer ofrecía una medición de
contaminación por partículas PM10 muy superior a lo esperable, coincidiendo con
una predición de viento del sur: 65 microgramos de partículas por metro cúbico
de aire (ug/m3), mientras que a la misma hora la estación de la ciudad de
Guadalajara ofrecía una medición de 46 ug/m3, ambas muy por encima de todas las
estaciones de control de la contaminación del entorno.
El incremento de la contaminación por partículas PM10 en Campisábalos comenzó a
las 12 de la mañana, cuando se alcanzó una concentración de 27 ug/m3,
coincidiendo con un pequeño pico de dióxido de azufre, indicativo del paso de
la nube tóxica hacia Soria. A las 14 horas el nivel de PM10 se mantenía en 28
ug/m3 para ascender a 34 ug/m3 a las 15 horas y a los citados 65 ug/m3 a las 4
de la tarde.
Sorprendentemente, Campisábalos era de las pocas estaciones de la Península Ibérica que a esa hora superaba los 50 ug/m3, a pesar de que según un reciente
informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la localidad con el aire más limpio de España, y la tercera del mundo. Sirva como comparación que
en la ciudad de Soria se registraban a esa hora 7 ug/m3, por lo que
aparentemente no estaba afectada por la contaminación de esa columna de humo.
A las 6 de la tarde la contaminación por partículas ya había bajado en
Campisábalos a 38 ug/m3, recuperando niveles normales a la hora siguiente,
inferiores a 20 ug/m3. No obstante, durante esta madrugada se han vuelto a
superar niveles de 30 ug/m3, indicativos de que continúa la dispersión de la
contaminación del incendio de Chiloeches hacia Castilla y León.
La expresión PM10 se refiere a las partículas “gruesas” de menos de 10 micras
de diámetro, cuya medición es interesante porque presentan una mayor capacidad
de acceso a las vías respiratorias y por lo tanto mayor afección a la salud
humana. Si estás partículas “gruesas” han llegado a 80 kilómetros del incendio
de Chiloeches, es probable que otras partículas más pequeñas y sustancias
tóxicas gaseosas como el cancerígeno benceno hayan llegado más lejos.
Que tales concentraciones de contaminantes superen o no los
niveles establecidos por la normativa o los recomendados por la OMS, sólo lo sabremos si se ubican medidores teniendo en cuenta la meteorología que
condiciona la dispersión de la contaminación. Por tal motivo, ASDEN-Ecologistas
en Acción se ha dirigido a la Junta de Castilla y León, y más en concreto a sus
Servicios centrales de Extinción de Incendios, que son los únicos que están
operativos fuera del horario de oficinas, para que desplacen estaciones móviles
de medición de la contaminación al sur de la provincia de Soria.
Con el objeto de tener bien informada a la población se deberían coordinar
todas las administraciones implicadas (Juntas de Castilla y León y Castilla-La
Mancha, Ministerio) e instalar ya una amplia red de medidores que proporcionen
una aproximación o modelo geográfico de la contaminación, que permita fijar
medidas preventivas para la población y también estudiar en un futuro inmediato
sus efectos ambientales.
En Castilla y León existen actualmente tres plantas comerciales de tratamiento
de residuos industriales peligrosos como la incendiada en Chiloeches: Indureco
en Venta de Baños (Palencia), Distiller en Ólvega (Soria) y Cetransa en
Santovenia de Pisuerga (Valladolid). Las tres han sufrido incidentes serios en
el pasado (la de Indureco directamente ardió en 2006) y han recibido
pronunciamientos judiciales contrarios que ponen en tela de juicio su
seguridad. Se trata además de instalaciones que reciben un intenso tráfico de
residuos de toda España, consolidando el papel de Castilla y León como sumidero
de los residuos tóxicos del Estado.
Sierra de Pela Soria lic pinar Losana |