La Asociación Soriana para la
Defensa y Estudio de la Naturaleza" (ASDEN), cuyo NIF es G42005405,
declarada de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior, con domicilio
social en C/ García Solier, 20 (Soria), y dirección a efectos de notificaciones
en el Apdo. de Correos 168. 42080 (Soria), en su propio nombre y derecho ante
la confederación Hidrográfica del Duero, comparece y como mejor en derecho
proceda
EXPONE:
ASDEN ha
conocido a través de los medios de comunicación de la existencia de
varios proyectos de intervención en cauces de varios ríos en la Provincia de
Soria; promovidos por la Confederación Hidrográfica del Duero a petición principalmente de asociaciones o
representantes del sector agrario. Estas
organizaciones aducen que una serie de precipitaciones veraniegas concentradas
en determinadas áreas de la provincia ha producido una serie de daños
achacables a que los cauces estaban
“sucios” y no podían desalojar el volumen de agua caído.
Algunas de estas obras e
intervenciones en dominio público hidráulico se están ejecutando o van a
empezar a ejecutarse inmediatamente, como si se tratara un procedimiento de
emergencia.
Estas actuaciones proyectadas no han aparecido publicadas en el Boletín
Oficial de la Provincia de Soria, ni han sido sometidas al procedimiento de
información pública, tal y como señala la legislación vigente del Dominio
Público Hidráulico.
Algunas de las
actuaciones a realizar ya estaban previstas con anterioridad a este verano, por
lo que no se puede alegar el carácter de urgencia para no someterlas al
procedimiento de información pública.
Las zonas realmente
afectadas por precipitaciones anormalmente elevadas, fueron mucho menores en
número y superficie que las que las organizaciones agrarias daban a conocer en
los medios de comunicación, tal y como pueden comprobar en los datos de las
estaciones meteorológicas.
Estas organizaciones
exponían que había habido grandes pérdidas económicas originadas por el mal
estado de la red hidrográfica, algo que no ha sido contrastado sobre el campo.
Es decir, que estos daños no se han
cuantificado y identificado individualizamente, ni se ha comprobando que su
origen estaba en desbordamientos previsibles y achacables a un mal
mantenimiento de los cauces público. El sector agrícola maximiza los daños y
acusa a la administración de ser la culpable con la esperanza de conseguir
indemnizaciones, de que realicen obras de mejora gratuitamente en las fincas
o en último caso de hacer de estas
protestas un objetivo político.
Muchos de los daños en
campos agrícolas que se dicen han sido producidos por desbordamientos tienen su
origen en:
·
Son
fincas en las que las perdidas han sido producidas por las escorrentías
superficiales procedentes de las laderas próximas.
·
Son
fincas cuyo suelo o topografía favorecen que se encharquen por cuanto recogen
agua de las zonas aledañas.
·
Son
fincas cuyo nivel está por debajo del nivel de aguas del cauce y por lo tanto,
y como no puede ser de otra manera, son zonas inundables de forma natural.
·
Son
fincas que tradicionalmente se consideraban inundables, bien porque eran una
zona húmeda, de manantiales o
encharcable; pero que a fecha de hoy son objeto de cultivo por haber
sido objeto de obras de drenaje, “saneamiento”, modificación de trazado de la
red hidrográfica, etc. Es decir, el propietario o titular del aprovechamiento
debería asumir tales riesgos inherentes y naturales a esa finca. Un caso
extremo de esta situación son las zonas pertenecientes a entidades públicas o a
una colectividad de vecinos y que antiguamente tenían un uso ganadero o
forestal, (denominadas técnicamente
dehesas riparias) porque eran conscientes de que se iban a inundar.
·
Que
estas zonas que tradicionalmente se han inundado periódicamente deberían tener
la categoría de dominio público hidráulico, ya que encajan con la definición
que del mismo hace la Ley, reconociendo la importante función que cumplen como
reguladores del régimen de los caudales punta de la red hidrográfica..
·
Los
problemas de desbordamientos de los cauces se han centrado justamente en
aquellos cauces que han sido modificados, e incluso totalmente
desnaturalizados. Con lo cual se demuestra que muchas de las peticiones de
dragados y nuevos encauzamientos que realizan los agricultores carecen de
lógica.
En la zona de Gomara existen numerosas balsas y
charcas naturales que vienen reflejadas en la cartográfica histórica, que
tienen la consideración de zonas húmedas y que los agricultores las califican
como daños por inundación o desbordamiento. De estos ejemplos tenemos testimonio
gráfico en el que se observa que estas zonas son zonas húmedas naturales y que
la red de cauces ha cumplido su función de desalojo eficaz de esa masa de agua.
Muchas de estas zonas son objeto de estudio por parte del Ministerio de
Medioambiente para ser incluidas en un plan de conservación de zonas húmedas.
Algunas de estas zonas inundables tienen una
importante vinculación con el ciclo natural de recarga y aliviadero de los
sistemas de aguas subterráneas. Siendo su cultivo un foco importante de contaminación
química de dichas aguas por fertilizantes, fitosanitarios y residuos ganaderos.
Muchos de los problemas de taponamiento de cauces son
debido a la acción directa e indirecta de la actividad agrícola:
·
Los agricultores de las fincas aledañas han quemado la
vegetación leñosa, la cual ha terminado por secarse, cayendo sus troncos al
cauce. Lo cual ha favorecido a su vez el crecimiento y permanencia de la
vegetación herbácea como son eneas y carrizos.
·
Los agricultores al labrar en líneas de máxima pendiente,
eliminar linderos que frenaban la
erosión, y realizar drenajes y limpiezas de acequias han conseguido que las
escorrentías aporten más sedimentos a los cauces, con la consiguiente
colmatación de los mismos y desarrollo de la citada vegetación herbácea.
·
Igualmente los agricultores a lo largo de los años han ido
reduciendo el ancho del dominio público hidráulico, mediante el rellenado del
mismo, eliminación de vegetación leñosa y su posterior arado y cultivo.
·
Que los agricultores por mutuo propio han realizado
escolleras o defensas. La consecuencia en muchos casos ha sido que el agua se
ha embalsado en su finca por no poder
salir al cauce como hubiera sido sin esta obra
·
Los agricultores realizan una serie de mejoras y obras sobre
las fincas que deben contar con autorización de la Confederación Hidrográfica o
de la Junta de CyL, como son la realización de drenajes, taponamiento y
desviamiento de acequias y pequeños arroyos que tienen como consecuencia que el
caudal punta de los arroyos receptores sea mucho mayor que el que cabría
esperar en una red natural. Es decir se consigue una reducción de daños en las
fincas más altas a costa de que se encharquen las fincas situadas en posiciones
más bajas de la red hidrográfica.
En
la Provincia de Soria existen todavía poblaciones
de cangrejo autóctono (Austropotamobius
pallipes), que es una especie protegida por el Catálogo Nacional de
Especies Amenazadas, en pequeños arroyos con caudal discontinuo que no ha podido ser
colonizado por las especies exóticas introducidas y portadoras de la enfermedad
afanomicosis. Entre los factores negativos para su conservación está la
realización de encauzamientos y eliminación de vegetación en los cauces, así
como pasar de un caudal discontinuo a uno continuo. Por desgracia el conocimiento
de estas poblaciones por parte de la Consejería de Medio Ambiente de Junta de
CyL. Es deficiente; por lo que es de suponer que alguna de las obras previstas puedan afectar a esta especie.
En proyectos anteriores observamos graves deficiencias
que esperamos se corrijan en las actuaciones que se refieren este documento así
como a las que en un futuro se lleven a cabo. Estas deficiencias son:
·
Los proyectos son generales, inexactos y no concretan como se
debe actuar en los distintos tramos del río, e incluso no se respeta lo puesto
en el proyecto o condiciones fijadas por la administración ambiental. La
decisión final de las operaciones a realizar las toma el maquinista o el
agricultor lindante, ya que no esta claramente especificado que hay que hacer,
como y en que lugares.
·
Nos sorprende que en
ríos con problemática semejante se
adopten soluciones diferentes, y por el contrario dentro del mismo río
con tramos diferentes se trate homogéneamente.
·
Ha habido proyectos en los que simplemente tenía que estar
trabajando una retroexcavadora de cadenas durante 5 días y el presupuesto que
aparecía en el proyecto era de varios millones de pesetas.
·
Que al realizar la limpieza de carrizos o sedimentos con
maquinaria no se valora la dinámica fluvial y no se diferencia si se limpia la
zona de erosión o de sedimentación en las curvas del cauce, si es necesario el
limpiar a lo largo de todo el cauce o sólo en ciertos puntos, etc.
·
Que las especies arbóreas proyectadas en la reforestación de
la zona de actuación no tienen nada que ver con la vegetación natural de la
zona, y cuyo futuro de supervivencia será escaso.
·
Que no hay una buena coordinación entre el
En virtud de lo manifestado
SOLICITA:
Que se tenga por presentado
el presente escrito se sirva admitirlo y dar cumplida respuesta a las
peticiones que a continuación se relacionan:
1.
Se nos envíe información sobre los ríos y tramos en los que
se está actuando, los proyectos técnicos de los mismos y los informes de la
Confederación Hidrográfica y órgano ambiental de la Junta de Cyl que haga
referencia a los mismos. Así como la justificación para ejecutarlos sin
someterlos a información pública.
2.
Se publiquen y se sometan al tramite de información pública
todas las obras de encauzamiento y dragado; tratamiento, arranque y corta de
vegetación que se realicen sobre el dominio público hidráulico.
3.
Se aprovechen los fenómenos de inundaciones para recoger
información sobre los terrenos que son inundables naturalmente y que deberían
entrar a formar parte del Dominio Público hidráulico.
4.
Se delimiten las zonas consideradas históricamente como
húmedas del campo de Gómara, y por ende de toda la provincia, y no se
hagan obras tendentes a su desecación. Muy al contrario, se realicen obras que
mejoren su calidad tanto en cuanto a parámetros ecológicos como en cuanto a
calidad de sus aguas.
5.
Se haga un análisis de los usos históricos de las zonas en
que se reclaman daños, con objeto de que responder con razones y principios de
derecho a las reclamaciones de los supuestamente agricultores afectados.
6.
Que parte del dinero programado para la realización de estas
obras sea destinado a la adquisición de los terrenos más sensible de
inundación, especialmente de aquellos cuya restauración como zona húmeda sea
fácilmente ejecutable, se mejore la calidad ecológica de la zona o sea un recurso turístico interesante, así
como que sea una zona de amortiguación de inundación de zonas con mayores
riesgos como son carreteras, pueblos, etc. Como apoyo a esta petición exponemos
que en muchos ríos las obras realizadas han tenido un coste muy elevado frente al
escaso valor de los daños alegados, habiendo sido más barato el comprar las
fincas inundadas o fomentar su uso como pastizal o chopera.
7.
Se controlen de forma eficaz las obras privadas que se
realizan sobre acequias, pequeños arroyos, drenajes de parcelas, desecación y
alteración de manantiales, etc.; y se tenga en cuenta su efecto sobre los
caudales de los cauces receptores.
8.
Se exija a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de
CyL. que se confirme la presencia o ausencia de Cangrejo autóctono (A. Pallipes) sobre los tramos a actuar; y en tal caso
ambas instituciones adopten medias de protección de la especie y de
conservación del hábitat.
9.
Los presupuestos se ajusten a las obras a realizar y estás a
su vez a la verdadera necesidad de actuación y a su interés general.
10.
Se realice una labor de sensibilización e información sobre
las funciones hidrológicas y ecológicas del dominio público hidráulico,
acciones agrarias que favorecen estas funciones; así como aquellas
acciones que requieren autorización.
11.
En coordinación con otras administraciones se dé una buena
formación sobre riberas a las personas que intervienen en obras del Dominio
Público Hidráulico.
12.
Que los proyectos tengan el suficiente detalle para que su
ejecución sea correcta y permita su evaluación y la de los resultados obtenidos
en los años posteriores.
13.
Que la Confederación
Hidrográfica intervenga o asegure su participación en la redacción de
las acciones agrícolas y ganaderas, que
son apoyadas económicamente con fondos públicos como son las ayudas
agroambientales en todo aquello que pueden afectar a la calidad de las aguas,
así como a la conservación y mejora de los cauces públicos.
LA JUNTA
DIRECTIVA DE ASDEN
SR. PRESIDENTE
DE CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL DUERO.