CIANOBACTERIAS EN LA CUERDA DEL POZO

 

El pasado martes 28 de septiembre algunos miembros de ASDEN observaron en el embalse de La Cuerda del Pozo acumulaciones consistentes y espumosas, de aspecto verdoso, flotando en las proximidades de la carretera de Vinuesa. Sospechando que pudiera tratarse de “blooms” o “florecimientos” de cianobacterias, potencialmente productoras de cianotoxinas tóxicas (que ya se detectaron en las aguas del embalse en 1999), tras obtener imágenes fotográficas, decidieron volver al día siguiente al objeto de obtener muestras y enviarlas para su estudio a un laboratorio especializado.

Aunque al día siguiente no se apreciaban las manchas observadas el día anterior, se obtuvo la correspondiente muestra del embalse y otra en el azud de captación de agua para consumo humano, en la presa de Buitrago.

Los resultados confirmaron que los “blooms” que flotaban en el agua del embalse estaban constituidos casi exclusivamente por cianobacterias en considerable cantidad. Kilómetros más abajo, en la captación de agua para consumo de la ciudad de Soria había también cianobacterias, aunque no de todos los géneros que se habían detectado en el embalse. La cantidad detectada en el punto de abastecimiento, 316 células/mL, es inferior a la que se considera como el primer nivel de alerta, que son entre 500 y 2.000 células/mL. Por tanto se acepta que no hay riesgo de que existan cianotoxinas en el agua de consumo humano en cantidades apreciables.

Desde que se tuvo conocimiento, tras los trabajos encargados por el Ayuntamiento de Soria en 1999, de que la eutrofización en La Cuerda del Pozo producía crecimientos excesivos de algas y bacterias que se relacionaban con el mal sabor del agua de consumo e incluso con riesgo potencial de toxicidad para el hombre y los animales, ASDEN decidió realizar un seguimiento analítico periódico. En estos estudios realizados se observan cianobacterias sobre todo a principios de otoño, cuando hay menos cantidad de agua embalsada y todavía temperaturas altas. Las lluvias de estos dos últimos años han aplazado momentáneamente el problema y en los controles analíticos periódicos que encarga ASDEN no se han detectado situaciones de alerta salvo en octubre de 2002 (con el embalse de la Cuerda del Pozo al 12 % de su capacidad) y en septiembre de 2003, cuando encontramos situaciones de alerta mínima, es decir, de nivel 1. No se trata de crear alarmismo, ya que, al menos en las muestras de agua de consumo remitidas ¾correspondientes a los niveles de alerta 1 en el azud de captación¾, no se demostró que hubiera microcistina (la más típica de las cianotoxinas).

Sin embargo, en función del clima, del nivel del agua del embalse y del volumen desembalsado cabe esperar que el problema persista en mayor o menor grado en el futuro, ya que no se han corregido las causas que lo producen, es decir, aguas residuales insuficientemente tratadas, estiércol de ganado, y, en ocasiones, escorrentía de áreas agrícolas fertilizadas en cultivos demasiado próximos a los cauces.

La Confederación Hidrográfica del Duero no ha mostrado ninguna prisa en resolver este problema ambiental y de salud pública. No hay un Plan de usos del embalse que controle el acceso del ganado. Las depuradoras existentes en la zona de Pinares nunca han funcionado. Ni en esa zona, ni en ninguna otra de la provincia se han controlado ni se han sancionado los vertidos de aguas residuales urbanas que incumplen los límites autorizados ¾es decir, la mayoría¾, salvo de manera anecdótica y coincidiendo con algún ayuntamiento díscolo o de signo político contrario (por ejemplo, San Leonardo).

Las depuradoras de Pinares planteadas en 1993, vinculadas al Espacio Natural Sierra de Urbión (¿llegará a declararse algún día?), van a tardar casi tres lustros en construirse. Para colmo, el anterior gobierno vinculaba su construcción a la realización del Plan Hidrológico Nacional, como si el trasvase del Ebro tuviera que ver con que los ayuntamientos viertan o no agua residual sin tratar al Duero.

Aunque la cabeza visible del actual Ministerio de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha supuesto un cambio sustancial, a mejor, respecto al anterior gobierno, está por ver, después de bastantes meses, si los mismos técnicos que siguen en la CHD muestran alguna intención de controlar realmente los vertidos a los ríos, o si se van a limitar a hacer declaraciones inconcretas simplemente para mejorar su imagen.

Aún no sabemos si las depuradoras que se construyan en la zona de Pinares funcionarán adecuadamente. O sí los lodos putrefactos acumulados durante décadas en el fondo del embalse lo han hecho irrecuperable. Lo que sí sabemos es que ASDEN seguirá controlando el problema de cerca.

 

 

                                                           Carlos González

 

Soria, 6 de octubre de 2004

www.asden.org


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En la foto, distintos géneros de cianobacterias observadas en el agua del embalse de la Cuerda del Pozo. (El género Anabaena no se encontró esta vez en el azud de captación de Buitrago).