14/8/2018

 

La falta de vigilancia de los purines en Soria favorece la contaminación de los acuíferos

 

Encontrar una balsa que vierte los purines directamente al medio es algo habitual en Soria, como se puede comprobar en Monteagudo de Las Vicarías. Sus vecinos, por cierto, están conformes con la instalación de nuevas macrogranjas porcinas a pesar de su impune  contaminación y malos olores.

 

La realidad es que estas nuevas granjas generan cada día más inquietud y malestar en los pequeños pueblos, llegando algunos de ellos a movilizarse socialmente para mostrar su rechazo.

 

Como vemos en las fotos sus temores están justificados por mucho que COPISO presente al porcino soriano como ejemplo responsabilidad ambiental y valor económico, y las autoridades apelen a la confianza en sus escasos controles ambientales.

 

Este año hasta 16 localidades sorianas han tenido su agua de abastecimiento contaminada por nitratos, y otras 71 en riesgo si no adoptan medidas. Este problema favorece su despoblación, ya que nadie elige para vivir (o comprar una casa, o pasar las vacaciones) un pueblo donde se tiene  miedo a beber agua del grifo o de  las fuentes y manantiales.

 

Pero ¿Cómo se ha podido llegar a tal situación? Por varias razones, una es precisamente la falta de control y vigilancia de la administración, y otra la carencia de escrúpulos de muchos dueños de granjas que han antepuesto su egoísta interés económico frente a la salud de las personas y del medioambiente.

 

Si esta impunidad existe en las actuales granjas ¿Qué podemos esperar de las macrogranjas con grandes intereses económicos cuyos dueños tienen abiertas las puertas (y teléfonos) de los despachos de los políticos y de los medios de comunicación?

 

La foto de Monteagudo de Las Vicarías es espectacular, pero vertidos similares o menores pero continuos son la norma. Basta con darse una vuelta por alguna granja y ver las acequias y sangreros cuyo agua o barro tienen olor a purín, o albergan una exuberante vegetación nitrófila que lo delata.

 

 

Os animamos a dar una vuelta por tales granjas, e ilustrar sus vertidos y malas prácticas en el esparcido de purines. Conocer y divulgar el problema es el inicio para resolverlo, y nos permitirá desenmascarar a quién tan impunemente nos engaña en nombre del desarrollo económico.

 

Nadie mejor que tú para preocuparte por tu salud y por la calidad de tu agua.  ¡No lo dejes en manos de otros!