Nota de prensa 11/04/2017

ADEN-Ecologistas en Acción de Soria

 

 

 

El escaso control y vigilancia de la caza mayor propicia el furtivismo y genera pérdidas económicas a los pueblos.

 

 

 

            En el mes de febrero la Guardia Civil denunció a dos empresas especializadas en la comercialización de caza para consumo humano en Soria, simultáneamente ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria fue testigo de tales irregularidades.

 

            En concreto en la fecha 19 de febrero, en la entrada del pueblo de Magaña había varios cadáveres de caza mayor (ciervos y jabalís) apilados junto a unos contenedores de basura, con la sangre en la vía pública y sin vigilancia ni custodia de ningún tipo durante varias horas. Estas condiciones higiénicas eran contradictorias con su presunto destino a consumo humano. Además esa dantesca imagen era un rechazo turístico.

 

            También se observó que algunos de los ciervos y ciervas allí apilados no tenían colocado el reglamentario precinto que demostrase la legalidad de su caza. Este hecho y las fotos fueron trasladados a la Junta de CyL para que lo constatase oficialmente, hiciera las indagaciones necesarias y en su caso sancionase.

 

            Uno de los fraudes más comunes en la caza mayor es la no colocación del precinto correspondiente, tal y como se está viendo en los últimos días en relación a la caza del corzo. Con ello el cazador, que en ocasiones coincide con el titular del coto, mata animales que no paga y cuyos beneficios no repercuten finalmente en el ayuntamiento. Siendo estas cifras muy importantes porque en muchos casos se sospecha que se matan el doble de animales que los autorizados. Por supuesto eso también genera un desequilibrio de sexos en las poblaciones, ya que se matan más machos de lo estipulado.

 

            Por desgracia entre la población local de muchos pueblos, incluso de la Reserva Regional de Caza, no existe conciencia de que tal fraude económico perjudica al pueblo y a las arcas municipales ya que en cierta manera lo toleran y no lo denuncia.

 

            A esto hay que sumar una una escasa vigilancia. Por ejemplo en Soria hace 10 años se eliminaron injustificadamente los agentes medioambientales especializados en caza. Sin olvidar la falta de diligencia y rigor administrativa en los expedientes sancionadores, tal y como puso de manifiesto en la Cortes de CyL[1] el procurador del PSOE José Luís Aceves. Por ejemplo en Soria en el año 2013 se registraron 116 denuncias  y el importe medio de cada sanción cobrada fue de 107€. De momento el número de denuncias (111) interpuestas en el año 2016 y parte del 2017 en Soria es menor que en el año 2013, según el Servicio Provincial de Medioambiente de Soria  [2].