INCINERADORA EN LA CMA

PLANTA DE GASIFICACIÓN DE RESIDUOS URBANOS

Lo que le faltaba a este engendro: una planta de gasificación de residuos
urbanos. Esto no es nada novedoso, consiste en someter a los residuos a una
alta temperatura, en ausencia de oxígeno, generando una escoria
caracterizable como residuo peligroso y un gas que posteriormente se
incinera para producir electricidad, que nada tiene que ver con el biogás
(no confundirlo con biometanización). Esto es una incineradora en toda regla
(los sorianos recordad la vitrificadora de Monteagudo de las Vicarías, hace
15 años, vuelven con lo mismo). Y Urbaser, antes Tecmed, es el gestor del
vertedero de residuos tóxicos de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), entre
otros ecológicos y altruistas proyectos. El Plan de Residuos Urbanos de
Castilla y León no prevé nada similar, de hecho descarta la incineración
¿Para qué servirá entonces el dinero enterrado en la planta de tratamientos de residuos urbanos en Golmayo (recientemente remodelada con una fuerte inversión)?.

 

-          ¿Quién va a poner los 24 millones que prometió Florentino? (esto es fácil de imaginar).

-          ¿De dónde van a importar la basura para hacerla funcionar?.

-           ¿Van a explicarles a los sorianos las dioxinas que les van a echar a las puertas de casa?

 

 De vergüenza. Con este ritmo de ocurrencias para justificar lo injustificable, acabarán anunciando la instalación en la Ciudad del Medio Ambiente del almacén transitorio centralizado de residuos radiactivos.

 

Sólo algunos números apresurados: El 50% del consumo doméstico anual de la provincia de Soria (entiendo que eléctrico y térmico) son más 180.000 MWh, 70.000 eléctricos y 110.000 térmicos, lo que equivale a unos 30 millones de metros cúbicos de gas natural ó 60 millones de metros cúbicos de biogás.

 

Veamos el rendimiento. Suponiendo que equivalgan al del biogás de residuos urbanos necesitaríamos al menos unas 300.000 toneladas de residuos para generar esa energía, sin descontar la que consuma el proceso de gasificación. La producción de residuos urbanos de toda la provincia de Soria es de unas 35.000 toneladas anuales, 24.000 de ellas de naturaleza orgánica (incluido papel y plásticos), que son los que gasificarían en el mejor de los casos.

 

Así que para abastecer la mitad del consumo energético doméstico de la provincia de Soria necesitan importar todos los residuos urbanos de las provincias de Burgos y Segovia. Al margen de que la incineración de un gas producido a partir de papel y plásticos generará necesariamente dioxinas o hidrocarburos aromáticos, entre otros saludables productos.

 

Lo de la recogida neumática de toda la basura de la ciudad no tiene desperdicio (mejor dicho, tendrá bastante: atranques, averías, dinero dilapidado, etc.).

 

Acaso quieren montar una incineradora para importar la basura de Aragón, Navarra, País Vasco o de donde sea (en esas comunidades ha habido o hay proyectos de incineración de basuras con fuerte contestación popular, no es una idea descabellada), al módico precio de 24 millones de euros (públicos se entiende). Y a cerrar la planta de compostaje de Golmayo.