Ciudad
del Medio Ambiente: ¿Transparencia? - I
En mayo de 2003, el Sr. Herrera, presidente de Castilla y León, en campaña electoral prometió “hacer de Soria el referente en materia medioambiental”, haciendo mención a lo que sería la Ciudad del medio Ambiente.
En octubre del mismo año, la Diputación Provincial plantea un concurso para que aporten ideas de lo que podría ser esta “Ciudad”. Curiosamente a este concurso solo se pueden presentar las empresas pre-seleccionadas a dedo por las Instituciones. Quien se presenta a un concurso lógicamente debe saber en donde se pretende desarrollar. Hay rumores de que es en Garray y Valonsadero. ASDEN pregunta en el Ayuntamiento de Soria, Diputación Provincial promotora del concurso y Junta de Castilla y León promotora del proyecto. En ningún sitio se nos da la más mínima información.
El propietario del terreno (Ayuntamiento de Soria) no sabe nada, quien organiza el concurso tampoco y quien lo promueve, tampoco.
Mucho despiste o mucho oscurantismo, ¿por qué?.
Se presenta una propuesta elaborada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, museo Nacional de Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias y Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, indicando básicamente tres puntos de actuación: Museo del medio Ambiente en Soria, Museo abierto en diversos ecosistemas de la provincia y Centro de Investigación en desarrollo sostenible, vinculado a la Universidad. Esta propuesta no obtiene ningún premio. El primero se lo adjudican a la idea de construir un mínimo de 300 viviendas, un área industrial de al menos 30.000 m2 y aparcamiento para al menos 1000 vehículos. ¿Ciudad del Medio Ambiente o ciudad pura y dura?. Los miembros del jurado son todos altos cargos de la Junta de Castilla y León.
El 10-12-04, el Sr. Herrera, en la presentación del proyecto, ofrece “mucha transparencia y mucho diálogo”.
¿Transparencia en el concurso?. Cuando menos, dudosa.
El 9-8-04, nuevo concurso para elaborar el proyecto. El plano que facilitan para ubicar el proyecto comprende la Dehesa y el Soto de Garray y parte de Valonsadero.
En septiembre de 2003, Mª Jesús Ruiz, manifiesta a los medios de comunicación que “el proyecto se creará en Garray y Soria”.
El 22 de noviembre, Mª Jesús Ruiz, vicepresidenta de la Junta, manifiesta en la prensa local que “el lugar, todavía está por decidir”.
El 10 del 12 vemos que el proyecto, de acuerdo con las bases, se desarrolla en la zona de Garray, pero ocupando terrenos no incluidos en las bases del concurso, lo cual legalmente lo invalida.
Nueva mentira en lo concerniente a la ubicación.
Se propone la construcción de 500 viviendas, alegando que es muy baja la edificabilidad (0,8 viviendas por hectárea). Para ello computan toda la zona de actuación aunque no se edifique nada, como son las 100 ha. del campo de golf y las 300 ha. de Valonsadero. La edificabilidad, lógicamente hay que medirla sobre el área calificada como tal, con lo cual podemos comprobar que la realidad no es de 0,8 y si de 7,94 viviendas por hectárea, que deduciendo calles y aparcamientos, nos da unas parcelas de unos 1000 m2. No nos indica la superficie máxima a edificar y considerando que es una urbanización para una clase económicamente alta, podríamos encontrarnos una zona bastante compactada.
Entre verdades a medias y medias mentiras, es difícil diferenciar.
Hablan de reducir al máximo el impacto de las edificaciones en el medio ambiente, reduciendo en lo posible su altura. Los únicos edificios de los que tenemos referencia de altura son los institucionales, con dos edificios de unos 240 m de largo rematados con sendas torres de unos 56 m de altura, equivalentes a un edificio de 19 plantas.
¿Nueva mentira? ¿Qué árbol va a ocultar un edificio de semejante porte?.
Campo de golf, múltiples instalaciones deportivas: tenis, paddle, piscinas, gimnasios, pistas polideportivas… todo por duplicado, al aire libre y en edificios cubiertos. Todo ello para una población de unos 1500 habitantes. ¿Con qué dinero se van a construir y mantener todas estas instalaciones?.
Ante la inviabilidad del proyecto puede suceder cualquier cosa, como por ejemplo, ampliar las 500 viviendas a 3700. La ley lo permite mediante una recalificación urbanística.
El día de la presentación del proyecto, manifestó el Sr. Herrera que “la ciudad es, como indica su nombre, un poblamiento”. El arquitecto reconocía públicamente que “proyectos nacidos con pretensiones ambientales han acabado en desmanes”.
¿Acaso el subconsciente les estaba traicionando?.
Sra. Vicepresidenta de la Junta, no nos pida “un margen de tiempo para conocer el desarrollo de la CMA”. Después de iniciadas las obras no hay marcha atrás.
En lugar de pedir paciencia, muéstrenos un plan de viabilidad y un estudio de impacto ambiental serio y competente, no como se ha estado gestando el proyecto hasta el momento actual.
Carlos González